Andrés Vicuña, presidente de Coca Cola Embonor: “Seguimos optimistas e invirtiendo en este negocio”

La inflación y el aumento en los precios de las materias primas ha sido uno de los grandes desafíos de la industria del consumo masivo tras la pandemia y el caso de Coca Cola Embonor no es la excepción.

En 2022, la embotelladora aumentó en un 19,1% sus ingresos, alcanzando $ 1,1 billones, pero, en contraste, los costos de distribución crecieron en un 18% y los gastos de administración en un 16,4%. La compañía logró mantener sus utilidades casi iguales en comparación a 2021: las ganancias llegaron a los $ 87.236 millones, un 0,2% más altas que el año anterior.

“Hemos estado muy enfocados en bajar los costos en todo lo que se pueda, tratar de eficientar todos los niveles de la compañía. Yo te diría que básicamente ese es el principal esfuerzo”, dijo el presidente de Embonor, Andrés Vicuña, tras la junta de accionistas de la firma.

“El año pasado hubo un escenario bastante especial. A pesar de que uno pudiera pensar que una guerra en otro continente no nos afecta directamente, todas esas cosas sí tienen consecuencias, las tasas de interés y la inflación se permea a otros países (…) Pero nosotros siempre tomamos decisiones pensando en el largo plazo y concentrados en lo que podemos hacer”, agrega.

Vicuña profundiza en esta idea y sostiene que “obviamente tenemos muy presente todo lo que está pasando en el contexto mundial y local, pero no estamos pensando solamente en el año en curso ni en el siguiente, sino que en los próximos cinco, diez, veinte años. Seguimos optimistas e invirtiendo en este negocio”.

Cristián Hohlberg, gerente general de Coca Cola Embonor.

El escenario actual

En la carta que leyó a los accionistas durante la junta, Vicuña repasó el año 2022 y señaló que como empresa tuvieron que enfrentar una inflación de dos dígitos, alzas en los precios de los principales insumos, además de un periodo de incertidumbre política, “especialmente por el clima que se generó con la propuesta de refundación constitucional”.

Cristián Hohlberg, gerente general de Coca Cola Embonor, complementa este diagnóstico y explica que para la empresa los costos laborales, del azúcar y de las latas, entre otros, “generaron un entorno muy desafiante” incrementando los gastos en todas las líneas.

Consultado por la desaceleración del consumo tras el boom impulsado por los retiros de fondos de pensiones, Vicuña dice que claramente la actividad se resiente, pero que Embonor ya ha pasado por situaciones similares.

“Este 2023 vamos a cumplir 61 años, así que lo hemos vivido muchas veces. A pesar de todo lo que pueda estar pasando, nos enfocamos en hacer las cosas bien, en tratar de rescatar las oportunidades. Por supuesto que cuando la billetera de los chilenos está con más recursos, es mejor. Pero, de nuevo, en 61 años hemos pasado muchos hoyos y baches y nosotros seguimos mirando hacia adelante”, afirma el presidente de la empresa.

Respecto a las preocupaciones del país, plantea que “la seguridad ciudadana es la prioridad que tenemos todos. No sé si está tan relacionada en cuanto al consumo y lo que nosotros hacemos pero, como chileno, obviamente que es la principal”.

Nuevas apuestas

A pesar de todo este escenario, tanto Vicuña como Hohlberg destacaron que la firma logró aumentar los ingresos y un crecimiento de 10,9% en el Ebitda.

El gerente general postula que “muchas compañías en Chile se vieron afectadas por este entorno y creo que la diferencia es cómo reaccionaron a esta situación de mercado. El desafío era administrar este escenario de costos crecientes tan fuerte y poder generar mejores ingresos y ventas y el mejor resultado que fuera posible”.

Dentro de este plan, Embonor ha apostado por nuevas líneas de negocios. Un ejemplo de esto es el lanzamiento, tanto en Chile como en Bolivia –los dos países en que la embotelladora está presente-, de la marca de ginger ale y agua tónica Schweppes.

Asimismo, según se explica en la memoria de la empresa, se han desarrollado variaciones de los productos de las marcas tradicionales como Coca-Cola, Fanta, Powerade y Ades o, en el caso de Guallarauco, se han introducido líneas de barras de cereal y granola.

Por otro lado, Hohlberg cuenta que se están ampliando y agregando nuevas líneas de bebidas y también cervezas y licores, para tener un portafolio completo.

Para 2023, reveló el gerente, el plan de inversiones ascenderá a unos US$ 104 millones. De este total, las operaciones de Chile representarán US$ 67 millones y las de Bolivia US$ 37 millones.

“Estas inversiones están focalizadas en nuestra capacidad productiva, logística y nuestras plataformas digitales y de distribución; modernizar nuestra flota de camiones de distribución; potenciar nuestra presencia en el mercado, adquiriendo equipos de frío para ampliar la oferta de bebidas refrigeradas y renovar el parque de envases de botellas retornables”, detalló Hohlberg en la junta de accionistas.